El papel que desempeña un experto en corrección ortotipográfica es fundamental para la publicación de textos. Todos hemos visto alguna vez escritos que llamaban la atención por los errores gramaticales y ortográficos que contenían. Para evitarlos, están estos correctores profesionales. Pero, si quieres dedicarte a esta actividad, debes saber en qué consiste y cuáles son sus salidas laborales. Por ello, vamos a explicártelo en este post. Y si quieres dedicarte a ello profesionalmente, te recomendamos el Máster en Corrección de Estilo y Ortotipografía.
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¿En qué consiste la corrección ortotipográfica?
El Diccionario de la Real Academia Española define la ortotipografía como el conjunto de convenciones y usos por los que se rige la escritura de una lengua. Sin embargo, el corrector va un paso más allá.
Podemos definir el trabajo del corrector ortotipográfico como la revisión de textos para corregir los errores ortográficos, gramaticales y tipográficos que contengan. Asimismo, para desarrollar su labor se basa en las normas que marca al respecto la propia RAE y que aparecen en distintos libros teóricos como, por ejemplo, la Gramática de la lengua española.
Por tanto, el corrector se encarga de revisar los textos que van a ser publicados para que estén bien escritos desde el punto de vista ortográfico y gramatical. Es un trabajo muy importante, ya que con él preserva la corrección de la lengua y el prestigio de quienes firman las obras.
Beneficios de la corrección ortotipográfica de textos
Este tipo de corrección es beneficiosa tanto para el escritor como para su propio texto. El corrector es un profesional que trabaja para ayudar a quien redacta los textos, pero algunos autores ven su trabajo como una intromisión. Piensan que ellos se bastan para escribir sin faltas de ortografía ni errores gramaticales.
Por ejemplo, una novela contiene muchas páginas y es fácil cometer algún error. Es por eso que, para reparar esos despistes, está el corrector. Ayuda a los escritores a subsanar posibles errores y, en definitiva, mejora sus textos dándoles un valor añadido. Gracias a su trabajo, el escritor obtiene un mayor reconocimiento público y su obra llega a más lectores.
Tareas del corrector ortotipográfico
Si quieres ser corrector ortotipográfico, deberás convertirte en un experto en el idioma sobre el que vas a trabajar. Tendrás que conocer a la perfección su ortografía, su gramática y también determinados aspectos tipográficos. Concretamente, los principales puntos que revisa el corrector son los siguientes:
- Las faltas de ortografía, acentos, uso de mayúsculas y minúsculas y puntuación.
- La redacción de abreviaturas, símbolos, cifras y siglas.
- Los espacios y sangrías del texto, así como las letras que faltan o están mal colocadas.
- La jerarquía de los títulos y subtítulos, la correcta redacción de las citas y la presentación de las referencias bibliográficas de acuerdo a las normas que marcan las autoridades académicas.
- El correcto uso de las negritas, cursivas, comillas y otros recursos de la tipografía.
En definitiva, si trabajas como corrector de textos, tu objetivo será que las redacciones estén libres de faltas y errores. Pero hay una serie de tareas que no te corresponderá realizar.
Qué tareas no le corresponden al corrector ortotipográfico
Algunos escritores entregan sus trabajos al corrector si revisarlos por su cuenta. Creen que este va a volver a redactarlos de la manera adecuada. Sin embargo, esto no es su trabajo. En concreto, hay tareas que no hace un corrector ortotipográfico:
- No reescribe los textos ni reordena su contenido o ideas principales.
- No comprueba la veracidad del contenido de los trabajos. Tampoco se asegura de que las citas, las alusiones o referencias sean exactas ni revisa la fidelidad de una traducción, si la hubiera.
- No maqueta los textos ni crea sus índices.
- No asesora sobre estrategias comunicativas.
- No corrige el estilo.
Salidas profesionales de un corrector ortotipográfico o de estilo
Si te interesa este ámbito laboral y quieres dedicarte a ello, lo primero que debes hacer es estudiar alguna disciplina relacionada con la filología, así como estudios específicos como nuestro máster mencionado anteriormente.
Después, podrás trabajar como corrector ortotipográfico. Con las nuevas tecnologías, se han multiplicado los periódicos digitales y otros medios de comunicación. Asimismo, cada vez se publican más libros e incluso aparecen nuevas editoriales.
Por todo ello, el trabajo de corrector cada vez tiene más salidas. Puedes trabajar, justamente, para una editorial revisando las obras que va a publicar. También puedes hacerlo para un periódico o revista corrigiendo los textos de sus redactores. E incluso puedes entrar en el departamento de comunicación de una gran empresa y ocuparte de revisar la documentación y comunicados que publica.
Asimismo, tienes las opciones de trabajar como corrector en la plantilla de una empresa o por libre. En el primer caso, recibirás un sueldo fijo, pero solo podrás corregir los trabajos que te encargue la compañía. En cuanto al segundo caso, serás autónomo y tendrás la oportunidad de optar a más trabajos concretos. Pero no dispondrás de un sueldo fijo a final de mes.
¿Cuál es la diferencia entre la corrección ortotipográfica y la corrección de estilo?
El trabajo del corrector ortotipográfico y el corrector de estilo son muy diferentes. Mientras el primero se encarga de todas las tareas que hemos citado, el segundo se centra en los elementos estilísticos. Concretamente, este último se ocupa de corregir aspectos como la estructura o coherencia del texto, los problemas expresivos o la riqueza del léxico. De hecho, ambos tipos de correcciones son complementarias.
Lo recomendable es hacer primero la corrección de estilo y, posteriormente, la ortotipográfica. Pero esta última es aún más importante. Para establecer un símil, la corrección ortotipográfica sería la limpieza esencial de un texto, mientras que la de estilo sería su embellecimiento. Por tanto, todo trabajo escrito debe ser corregido ortotipográficamente.
En conclusión, cualquier texto debe ser revisado antes de su publicación. Es la forma de evitar que contenga errores gramaticales u ortográficos que dejen mal a su autor. Y esa tarea se denomina corrección ortotipográfica. Si quieres dedicarte a ella, lo primero que debes hacer es formarte bien. Luego, podrás ganar dinero con un trabajo apasionante.