¿Conoces las normas de acentuación? ¿Te preguntas para qué sirven los acentos? Hoy queremos aclarar estas cuestiones e ir más allá, proporcionándote herramientas, consejos y trucos para mejorar tu capacidad a la hora de aplicar estas reglas ortográficas. Y recuerda que puedes enfocar tu carrera profesional hacia el sector editorial a través de nuestro Máster en Corrección de Estilo y Ortotipografía.
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Qué son y para qué sirven las normas de acentuación
La acentuación es un ámbito de la ortografía que indica cómo colocar correctamente los acentos gráficos a las palabras. Existen tres normas generales, según el tipo de palabras, y otras pautas y excepciones que nos permiten escribir correctamente, evitar malas interpretaciones e informar al lector de cómo ha de pronunciar las palabras que le son desconocidas.
La principal misión de estas normas en el español es reflejar cuál es la vocal tónica de cada palabra; es decir, aquella sobre la que recae la máxima fuerza al pronunciarla. Para ello se utiliza la tilde o acento ortográfico, una raya corta vertical inclinada de derecha a izquierda. Se coloca sobre la letra tónica y solo puede haber una, o ninguna, por palabra.
¿Cuáles son las normas para acentuar?
Existen tres reglas generales de acentuación:
- Las palabras agudas son aquellas cuya fuerza tónica en la pronunciación recae en la última sílaba: mazapán, arroz, bienestar, mandamás... Cuando no son monosílabas, debes acentuarlas si acaban en vocal, n o s.
- Las palabras llanas o graves tienen la fuerza tónica en la penúltima sílaba: vaca, ítem, perro, cáliz… Se acentúan justo al revés que las anteriores: cuando no terminan en vocal, n o s.
- Por último, las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas llevan tilde siempre. En ella, la fuerza al pronunciarlas recae en la antepenúltima o siguientes sílabas. Son ejemplos pájaro, víspera, enséñamelo y fantástico.
Otros criterios de acentuación
Además, existen algunas pautas importantes que marcan otros criterios de acentuación o no acentuación. Son estas:
- Nunca se acentúan las palabras monosílabas (pan, pis, voz…). Intenta no confundir estas palabras con las bisílabas agudas.
- En los adverbios terminados en mente rigen las normas aplicables a la palabra que los forma, sin considerar el añadido -mente. O sea, cordial no se acentúa, por lo que cordialmente tampoco (aunque sea esdrújula). Ágil sí, luego ágilmente también.
- En las palabras compuestas, los primeros componentes no se acentúan, salvo que estén separadas por guiones. Ejemplos: asimismo, psicotécnicos y físico-químico.
- Cuando una palabra acaba en doble consonante, se aplican las normas generales, pero obviando la última letra. Así, se escriben Saez y Sáenz.
- Cuando una sílaba acentuada lleva acento e incluye dos vocales, la tilde se coloca en las vocales a, e u o (estáis, dióselo, oigáis) o bien en la segunda vocal en las parejas ui o iu (interviú, cuídame). Aunque te sorprenda, no hay más posibilidades.
Estas normas se completan con otras más específicas que también debes conocer. Aluden a los diptongos, los hiatos y los acentos diacríticos, que establecen diferencias de función o significado en determinadas palabras que se escriben igual:
- El (artículo) y Él (pronombre).
- Tu (adjetivo posesivo) y Tú (pronombre personal).
- Mi (adjetivo posesivo o nota musical) y Mí (adjetivo posesivo).
- Si (nota musical o conjunción condicional o completiva) y Sí (pronombre reflexivo o adverbio afirmativo).
- De o Se. Se acentúan solo si son verbos.
- Aun (sinónimo de incluso) y Aún (todavía).
- Mas (equivale a pero) y Más (adverbio de cantidad).
- Que, cual, quien, como, donde, cuando y cuanto solo se acentúan cuando son exclamativos o interrogativos.
Trucos para recordar y aplicar estas normas
Considera que todas las palabras en español, de entrada, llevan acento: siempre hacemos más fuerza en un sílaba, la tónica. Para saber si debes colocarle o no la tilde a la vocal de la misma, usa estos recursos:
- Pronuncia la palabra en voz alta de forma exagerada, separando sus sílabas. Si dudas, repítelo poniendo la fuerza en cada una de ellas.
- Esdrújula es una palabra esdrújula, igual que sílaba y antepenúltima. Memoriza estas palabras, con sus tildes, y recuerda que las palabras esdrújulas se acentúan siempre porque tienen el acento en la penúltima sílaba.
- Para las agudas, memoriza visualmente tres términos con tilde, uno de cada tipo. Por ejemplo mamá, campeón y además (o, mejor, la frase nemotécnica: Además el campeón es mamá). Tenlas en mente para saber que debes tildarlas cuando acaban en vocal, n o s.
- El truco anterior te sirve también para las llanas. Se acentúan al contrario que las agudas, luego por exclusión lo tendrás claro.
- En realidad, las palabras más complicadas y largas son las más fáciles de acentuar, porque suelen ser esdrújulas o sobreesdrújulas.
- Y aquí va el mejor consejo posible: en caso de duda, consulta un diccionario o aplica un corrector ortográfico.
Apps para trabajar las tildes
Hoy en día puedes encontrar apoyo tecnológico para casi todo. De hecho, la mayoría de estas herramientas utilizan los juegos para facilitar la labor y hacerla más entretenida y natural. Algunas de ellas son:
- Mr. Mouse. Se dirige a niños de entre 6 y 8 años. Está protagonizada por un simpático ratón que salta agujeros… siempre que los alumnos sean capaces de colocar sobre ellos la palabra correctamente acentuada.
- El gran juego de la ortografía. Los Cazafaltas. Disponible en el entorno iOS, se basa en el juego de la oca para ir resolviendo diferentes dudas ortográficas, no solo de acentuación.
- Ortografía paso a paso. A través de los experimentos realizados por el divertido Brujis en su castillo, los alumnos descubren cómo escribir las palabras y se enfrentan a continuos retos de acentuación.
- Palabra correcta. Muestra frases con una palabra vacía y tres alternativas para elegir. Permite jugar solo o con amigos.
- Los acentos. También es un estupendo pasatiempo para aprender la lengua. Se basa en retos que obligan a elegir o descubrir cuál es la forma correcta de escribir cada palabra.
Adicionalmente, existen juegos presenciales que el profesorado puede utilizar en sus clase. Sobre todo:
- El juego de las palmadas. Mientras se pronuncia en voz alta y exageradamente un palabra, con cierta lentitud, los jugadores deben dar una palmada al llegar la sílaba tónica.
- Intercambio de sílabas tónicas. Consiste en pronunciar una misma palabra cambiando la acentuación… y pedir que indiquen cuál es la forma correcta.
Con todos estos recursos, puedes aprender y repasar las normas de acentuación más fácilmente.