Las habilidades sociales son esenciales para la formación y la consolidación de los vínculos profesionales. Son herramientas que se deben poner en práctica en el entorno laboral, tanto como freelance como empleado de una agencia o empresa. Porque el Departamento de Recursos Humanos siempre observa el comportamiento del candidato durante el proceso de selección. Por tanto, las habilidades sociales son las que mejoran el trato y la atención al cliente. Así pues, si quieres saber cuáles son y cómo potenciarlas para dedicarte profesionalmente al mundo de la moda, sigue leyendo este post. Y recuerda que puedes ampliar tus conocimientos en este área a través del programa formativo del máster en asesoría de moda.
Índice de contenidos
¿Para qué sirven las habilidades sociales?
En primer lugar, las habilidades sociales sirven para ir más allá del plano individual, es decir, propician la conexión con los demás. Aportan calidad a los vínculos personales porque influyen positivamente en la comunicación. Alimentan la empatía, la retroalimentación, la escucha, la confianza y la colaboración.
Estas habilidades también son herramientas esenciales para afrontar situaciones en las que intervienen dos o más personas. De este modo, pueden utilizarse a la hora de asesorar un cliente, en una reunión de trabajo o en la resolución de un conflicto. También son prácticas en una negociación o mediación. Asimismo, tienen una gran influencia en numerosos momentos de la trayectoria de cualquier profesional. Por ejemplo, las competencias sociales son esenciales cuando un profesional se presenta ante sus nuevos compañeros o, por ejemplo, un personal shopper trata con un cliente que necesita asesoramiento para mejorar su imagen. También son decisivas de cara a aquellos profesionales que tienen que hablar en público en más de una ocasión.
Ahora bien, si bien es cierto que son fundamentales para conseguir objetivos comunes, a su vez también sirven de apoyo para avanzar hacia el cumplimiento de metas individuales.
Diferencia entre habilidades sociales y emocionales
A través de las competencias sociales, la persona trasciende a su propia realidad individual, va más allá de sus circunstancias y de su situación. Conecta con el plano del “nosotros” y crea lazos de compañerismo. Estas capacidades forman parte de las competencias emocionales. De hecho, es posible compartir emociones y sentimientos en las relaciones con los demás. Además, es importante que tener en cuenta la propia realidad interna, sin ignorar cómo se siente el interlocutor. La asertividad transmite respeto, empatía y comprensión.
Las habilidades emocionales se ponen de manifiesto a través de diferentes vías, como del comportamiento y las competencias sociales. Asimismo, también se ejercitan a través de la inteligencia emocional, en momentos de introspección y diálogo interno con uno mismo.
Cuáles son las habilidades sociales más importantes en el mundo de la moda
Debido a sus múltiples funciones y el constante contacto con clientes, los profesionales de la moda como los estilistas o los personal shopper requieren de una serie de competencias y habilidades específicas. Muchas de ellas, además, son indispensables en otros sectores laborales. Por lo que, aquí te decimos las competencias sociales más importantes si quieres dedicarte al mundo de la moda:
El trabajo en equipo
Actualmente, muchos puestos de empleo se contextualizan en el marco de un equipo. En ese caso, las tareas que realiza un profesional influyen directamente en la evolución de cada proyecto. La capacidad de trabajar en colaboración se educa a través de la humildad.
La mediación
Existen personas que destacan por su capacidad para facilitar el acercamiento entre dos personas que se han distanciado. La mediación es positiva en el trabajo en equipo. Un profesional que posee cualidades como mediador, no se posiciona personalmente en el conflicto. No adopta un rol directivo en el transcurso de los acontecimientos. Es decir, se convierte en un apoyo para cada una de las partes.
La escucha
La escucha es la habilidad esencial para reducir las interferencias que se producen en la comunicación. Ten en cuenta que lo que dice el emisor tal vez no coincida con lo que interpreta el interlocutor. Sin embargo, la atención plena clarifica el diálogo y resuelve cualquier nudo que pueda producirse.
La flexibilidad
No todo depende de ti en el ámbito profesional. La implicación de cada uno de los miembros del equipo es clave para finalizar un proyecto. La rigidez aumenta el nivel de complejidad en la planificación. La flexibilidad, por el contrario, incrementa la resiliencia frente a los cambios. Ten en cuenta que favorece la adaptación ante posibles imprevistos.
El respeto
El respeto se aplica en dos direcciones. Por ejemplo, puedes establecer límites en tus relaciones con los demás, pero también debes ser respetuoso con la realidad de cada ser humano. El intercambio de opiniones es frecuente en el ámbito profesional. Sin embargo, la confianza aumenta cuando existe un ambiente de trabajo positivo. Es decir, cuando hay espacio para escuchar y atender opiniones muy diferentes.
La amabilidad
El desempeño de un puesto de empleo requiere de un alto nivel de dedicación. Los profesionales invierten mucho tiempo en su vida laboral y la carrera profesional va más allá de los objetivos cumplidos. La felicidad es uno de los aspectos más valorados en cualquier empleado. Pues bien, la amabilidad es la habilidad que influye positivamente en la creación de un ambiente agradable.
La negociación
Cada profesional tiene su propio talento, y cada perfil destaca en el desempeño de habilidades específicas. La capacidad para negociar está muy valorada en el sector de la moda. Ten en cuenta que el proceso de negociación conduce a la búsqueda de un acuerdo. Y puede ser determinante para superar una situación de bloqueo en torno a un asunto concreto.
La paciencia
La percepción de la evolución de una situación va más allá del punto de vista individual. Cada persona tiene su propio proceso. Por ello, la paciencia facilita el trabajo en equipo. Aquel que destaca como una persona paciente no impone su visión a los demás, no condiciona al otro con la comunicación de mensajes que transmiten una sensación de urgencia.
En definitiva, las habilidades sociales son esenciales en el ámbito profesional de la moda. Es habitual poner el acento en la formación y en la trayectoria laboral. Sin embargo, existen cualidades personales que añaden valor a tu currículum.