Con los años, todas las personas desarrollan presbicia o vista cansada, por lo que el ojo ya no puede enfocar a diferentes distancias. Para poder convivir con ello, los ópticos recomiendan las gafas progresivas. Estas permiten volver a ver nítidamente a todas las distancias y en un solo par de gafas. Aunque la adaptación puede ser algo costosa, ya que al principio pueden provocar mareos, son una opción cómoda a largo plazo. Si quieres saber más sobre este tipo de gafas, quédate. Y si quieres dedicarte profesionalmente al sector óptico, fórmate con el Máster Experto en Encargado de Óptica.
Índice de contenidos
¿Qué son las gafas progresivas?
Como hemos mencionado, las lentes progresivas están recomendadas para aquellas personas que padecen vista cansada. También se aconsejan en las que se les combina con otro tipo de defecto visual, como el astigmatismo, miopía e hipermetropía. Ante cualquier duda, pregunta a tu especialista de confianza.
Las lentes de este tipo están diseñadas para que se pueda ver de lejos, en distancias intermedias y de cerca. De esta manera, se ve bien de lejos por la parte superior del cristal, a distancias intermedias por la parte media y de cerca por la parte inferior de la lente. Así pues, con las lentes progresivas debemos coincidir la mirada con el punto correspondiente a la zona que queremos enfocar. Ahora bien, por la propia naturaleza del cristal progresivo hay zonas, como los bordes laterales, en las que la visión se puede tornar algo borrosa.
Ventajas de las lentes progresivas
Aunque utilizar gafas progresivas no significa tener que llevarlas todo el día, sí que es cierto que ofrecen varias ventajas importantes. La primera de ellas es que ofrecen una visión clara a cualquier distancia y en un solo par de gafas. Con ello también te ahorras tener tres pares de lentes para cada cosa.
Asimismo, no importa la graduación que tengas, sirven para cualquiera. Además, al semejarse a nuestra visión natural, los cristales progresivos aportan confort a nuestra rutina. Esto se debe a que siempre estamos en constante movimiento y este tipo de lentes están diseñadas especialmente para ello.
Algunas desventajas
Aunque las lentes progresivas han evolucionado mucho, aún hay personas que tienen ciertas dificultades para adaptarse, sobre todo al principio. Básicamente puede provocar mareos. Además, es muy importante acostumbrarse a coordinar la mirada con un ligero movimiento de cabeza.
¿Qué diferencia hay entre lentes bifocales y progresivos?
A diferencia de las progresivas, las lentes bifocales solo constan de dos zonas de visión. En la parte superior hay una gran zona para ver de lejos, mientras que en la parte inferior del cristal hay otra destinada a ver de cerca, facilitando la escritura y la lectura. Así pues, la gran diferencia está en que las gafas bifocales no ofrecen un rango de visión intermedia. Para cubrir con esta necesidad, la persona debe acercarse o alejarse del objeto.
A nivel estético, los cristales bifocales se caracterizan por apreciarse las líneas de graduación por los lados, mientras que en los progresivos no se aprecian.