Hay muchos tipos de zapatos: altos, bajos, deportivos, elegantes… Los hay cómodos, incómodos, bonitos, de moda o desfasados. Lo cierto es que de calzado se podrían hacer decenas de clasificaciones. Sin embargo, hoy, en San Anastasio Design School vamos a hablar de los principales tipos de calzado. Además, os damos las pistas para que puedas evaluar vuestros propios zapatos. ¿Te apasiona el calzado? No te pierdas nuestro Máster en Diseño de Bolsos y Calzado.
Índice de contenidos
Principales tipos de zapatos
Como bien hemos dicho antes, en materia de clasificación de calzado, el listado podría ser interminable. Sin embargo, vamos a intentar hacer una pequeña guía de los zapatos que se pueden encontrar.
1-. Tipos de zapatos según usos:
En este apartado se pueden encontrar el calzado deportivo, los zapatos de baile, las zapatillas deportivas, los zapatos urbanos… como ves, si analizamos los tipos de calzado desde esta perspectiva, podemos tener muchas entradas.
2-. Calzado según temporada
No es lo mismo pensar en comprarnos unos zapatos en el mes de agosto que pensarlo en pleno enero, ¿verdad? Y es que la clasificación de los zapatos según la temporada para la que están pensados también puede ser interesante.
En ella se incluirían tanto las botas de caña alta como las sandalias o las chancletas. Unos para el invierno más duro y, los otros, para el verano y las vacaciones.
3-. Zapatos según material:
Los zuecos, de madera, las cuñas de esparto, las chanclas de goma y las botas de piel o polipiel. El calzado también se puede clasificar según el material con el que esté confeccionado él y la suela.
4-. Por nombre, modelo o estilo
Seguro que sabes de qué hablamos cuando hablamos de una bota Dr. Martens, un par de manoletinas o unos bonitos stilettos. Sin embargo, ¿sabes qué son unas Wedge Booties o unas badanas? Lo cierto es que podríamos seguir indicándoos nombres de botas y zapatos un buen rato. Cada una de ellas tiene su nombre y sus propias características.
¿Cómo evaluar nuestro propio calzado?
Seguramente te preguntarás cómo puedes evaluar la calidad de tu calzado. No te preocupes te damos 4 claves para ello:
– Flexibilidad y comodidad
Valora la capacidad de flexión del zapato. ¿Es blando o demasiado rígido? ¡Descártalos! Para el pie, no es conveniente que el calzado sea muy blando pero tampoco muy rígido.
– La suela
Asegúrate que no llevas una suela demasiado blanda. Si es así cada vez que das un paso, la amortiguación generará estrés a los tejidos de tus pies. Todo ello se traducirá en dolores y fatiga.
– Sujeción
Comprueba que el calzado se queda bien atado y sujeto al pie. Lo importante es que se adapte a su forma y deje, como mínimo, unos 0,5 centímetros de espacio entre el dedo más largo del pie y el zapato.
– Contrafuerte
Pieza situada detrás, en la parte posterior del zapato, es imprescindible para evaluar un zapato. Esta debe ser rígido y debe bloquear cualquier desplazamiento lateral del pie.
Ahora que ya sabes cómo evaluar tus zapatos, ¡ya puedes diseñar el mejor calzado!