Con la llegada del frío no hay calzado mejor que unas buenas botas de invierno. Las hay de muchos tipos: altas, bajas, con tacón, planas, con plataforma… Y, además, dependiendo del material con el que están fabricadas te ayudarán a mantener mejor el calor.
Hay muchas personas que pese a la llegada del frío siguen usando zapatillas de deporte con tejidos finos que no mantienen el calor corporal. Estamos seguros de que si sigues leyendo, tú también vas a estar convencido de que optar por unas botas de buena calidad es la mejor forma de vestir con estilo la época invernal.
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¿Por qué usar botas de invierno?
Las botas son un calzado que, hasta el siglo XIX, fue usado únicamente por hombres. Te preguntarás por qué hacemos hincapié en desterrar las zapatillas de verano y utilizar botas ahora que llega el frío. Las botas de invierno son zapatos cálidos y muy cómodos (si escoges el adecuado). Incluso las hay revestidas de forro polar que, junto con la piel, son dos materiales que mantienen muy bien el calor corporal y son agradables de llevar. Además, si la calidad de la piel es buena, te puede durar años. Para las personas contrarias al uso de piel animal, actualmente hay un catálogo enorme de pieles sintéticas con la misma o mejor calidad que la piel animal. Por otro lado, el pie necesita algo más que cubrir únicamente la planta. Las botas, ya sean botines o botas altas, cubren en gran medida la zona del tobillo. Algunas incluso llegan a media pierna, a las rodillas y por encima de estas. Todo dependerá de tus gustos y tu estilo.
Tipos de botas de invierno
Las botas altas:
Junto con los botines, suelen ser las botas más utilizadas y con mayor variedad de estilos, dos de ellos que comentaremos más adelante. Respecto al material, las hay de todo tipo: piel natural, piel sintética, ante, charol, terciopelo… La caña de la bota también puede variar: desde una altura superior al tobillo, media pierna, la rodilla e, incluso, por encima de esta. Todo dependerá del outfit completo y tu estilo personal. Las botas bucaneras, por ejemplo, son botas de invierno muy usadas gracias a su altura, ya que suelen llegar hasta la rodilla o más. Las botas militares, por ejemplo, también son muy utilizadas gracias a su resistencia y su suela gruesa. Se popularizaron a raíz de que los colectivos skinheads las adoptaran como parte de su atuendo identificativo.
El botín:
La caña de los botines se extiende hasta el tobillo o unos centímetros más arriba. Los botines más conocidos son los tipo blucher, más usados por los hombre; camperos y cowboy, con la punta ligeramente redondeada y flecos. La mayoría de este estilo suelen ser de piel e incluyen bordados y diseños de la naturaleza. Los botines de cuña también son muy conocidos. Su base, aunque puede ser alta, es muy cómoda y estilizará tu figura. Las hay acolchadas, de charol, con hebillas, de piel… Por otro lado, los botines de tacón suelen ser más elegantes y femeninos. Los hay finos y más gruesos, dependiendo del diseño del botín.
Botas de agua:
No te lo vas a creer, pero las botas de agua se han convertido en un must para el invierno. Son cómodas, muy útiles si llueve y además su caña llega hasta casi la rodilla y, por ende, son muy cálidas. Las hay en muchos colores y estampados, y puedes combinarlas con vaqueros, faldas, vestidos… ¡Crearás un look juvenil y desenfadado!
Botas de nieve:
Las botas de nieve son otras de las protagonistas a las que se le ha dado otro uso que el original. Actualmente se ha adaptado el modelo incluyendo material térmico de forma estética, forradas por dentro o por fuera con borreguillo, piel natural o sintética, con cierre de cordones o cremallera… ¡Además son ideales para pasear por el campo o la montaña!